A día de hoy, la seguridad es una de nuestras principales preocupaciones. Todos necesitamos sentirnos protegidos en cualquier ámbito, por eso resulta tan importante el papel del personal de seguridad. Ya sea en el ámbito público o privado, estas personas trabajan de manera incansable para garantizar que nos sintamos a salvo, lo que conlleva una gran exigencia física y mental. Por ello, es esencial centrarse en la nutrición y salud para el personal de seguridad en activo.
Su trabajo está lleno de retos como horarios irregulares, turnos nocturnos y situaciones de alta presión y estrés que pueden afectar tanto a su salud física como a su salud mental. Adoptar buenos hábitos de nutrición y salud se convierte en un imperativo para un buen desempeño y, sobre todo, garantiza una mejor calidad de vida y optimiza su rendimiento ante cualquier situación.
Hábitos de nutrición y salud para el personal de seguridad en activo
En un trabajo tan exigente y en el que es muy frecuente tener horarios complejos, siempre hay que contar con una máxima indispensable: para cuidar bien la nutrición es necesario planificar las comidas con cierta antelación. Eso permitirá mantener un control y seleccionar bien todos los nutrientes necesarios, pero ¿cuáles son esos nutrientes?
Una buena dieta pensando en la nutrición y salud para el personal de seguridad en activo debe ser equilibrada y priorizar un buen desempeño físico.
Proteínas magras
El desarrollo y mantenimiento de los músculos necesita una fuente continua de proteínas magras como el pollo, los huevos, las legumbres, el pavo, algunos tipos de pescado o los lácteos bajos en contenido graso. Este tipo de alimento no solo contribuirá a una buena sensación de saciedad, además ayudará a fortalecer el cuerpo.
Carbohidratos complejos
Los hidratos de carbono de absorción lenta o carbohidratos complejos son moléculas de azúcar más grandes y se absorben más lentamente garantizando una energía más sostenida a lo largo de la jornada. Además, son perfectos para mantener los niveles de glucosa en sangre. Se pueden encontrar en el arroz integral, la avena, las legumbres, el pan integral o en frutas y verduras.
Grasas saludables
Una buena nutrición y salud para el personal de seguridad en activo también requerirá incluir en la dieta una parte de grasas saludables ya que son imprescindibles en el desarrollo y la actividad cerebral, regulan la temperatura y la inflamación y juegan un papel indispensable en el transporte de vitaminas. Pueden encontrarse en el aceite de oliva, en el aguacate, en los huevos, en los frutos secos o en las semillas.
Evitar siempre los alimentos ultraprocesados y la comida rápida
A menudo, los turnos largos pueden llevar a consumir comidas rápidas y procesadas. Sin embargo, preparar algo para llevar o aprovechar opciones saludables disponibles en el área de trabajo puede marcar una gran diferencia. Frutas, verduras y frutos secos son excelentes alternativas de snacks que aportan nutrientes sin llenar el cuerpo con azúcares o grasas innecesarias.
Mantener una buena hidratación
Mantenerse adecuadamente hidratado influye en la claridad mental y el rendimiento físico. Aunque el acceso al agua puede ser limitado durante el servicio, llevar una botella reutilizable y establecer recordatorios para beber regularmente es de gran ayuda. Evitar el consumo excesivo de cafeína y bebidas energéticas también es recomendable, ya que provocan deshidratación y afectan el sueño.
Mens sana in corpore sano
Incorporar ejercicio regular no sólo aumenta la resistencia y la fuerza, sino que también mejora la salud mental. Si bien es cierto que el propio desempeño laboral contribuye a mantener un buen nivel de actividad física, es necesario cuidarse y seguir una rutina de entrenamiento. Esto favorecerá la liberación de endorfinas, optimizando así el estado de ánimo y reduciendo los niveles de estrés, algo esencial en profesiones de alta presión como la seguridad.
Asimismo, prácticas de bajo impacto como el yoga o el taichí resultan de gran ayuda para incrementar la flexibilidad y obtener una mayor relajación.
Por supuesto, la salud mental es tan importante como la física. Mantenerse siempre alerta y listo para reaccionar exige una gran concentración. Practicar técnicas de mindfulness o meditación puede ser extremadamente útil para permanecer tranquilo y centrarse en el aquí y ahora.
Una buena rutina necesita descanso
Una cierta regularidad en el sueño es esencial. Dormir bien no sólo ayuda a mejorar el estado de ánimo, también mantiene el sistema inmunológico fuerte y el metabolismo equilibrado.
El desafío de los turnos irregulares y las guardias nocturnas puede hacer que conseguir un buen patrón de sueño se convierta en una tarea casi imposible. Para ello es aconsejable cuidar el entorno y tratar de hacerlo lo más propicio posible para el descanso. Una habitación a oscuras, reducir el ruido incluso utilizando tapones confortables y evitar el uso de pantallas antes de acostarse, contribuyen a establecer una buena pauta.
Además del sueño nocturno, los descansos cortos durante la jornada laboral pueden revitalizar el cuerpo y la mente, mejorando así la concentración y el rendimiento general. Aunque no siempre sea posible, aprovechar incluso estos breves momentos será una valiosa herramienta para hacer frente a un trabajo tan exigente.
La nutrición y salud para el personal de seguridad en activo constituyen un pilar que garantiza que puedan realizar sus labores de manera eficiente. Implementar una dieta equilibrada, incorporar ejercicio físico regular, cuidar la salud mental y asegurar un descanso apropiado no sólo mejora el rendimiento laboral, sino que también promueve que tengan trayectorias laborales más largas.